El caminante sobre el mar de nubes

La pintura de hoy es una de los grandes iconos del romanticismo. En primer plano, un hombre joven está de pie sobre un precipio rocoso de espaldas al espectador. Está cubierto por un abrigo verde oscuro y sujeta un bastón en la mano derecha. Con el pelo alborotado por el viento, el caminante contempla un paisaje cubierto por un espeso mar de niebla. En el centro, otros picos rocosos, quizás no muy diferentes al del propio, sobresalen de la masa. A través de las coronas de niebla, se pueden percibir bosques de árboles en la cima de estos escarpes. En la lejanía, se elevan montañas desvaídas a la izquierda, que se nivelan suavemente en llanuras de tierras bajas a la derecha. Más allá, la niebla se extiende indefinidamente, mezclándose con el horizonte y volviéndose indistinguible del cielo lleno de nubes.

¿En qué está pensando? ¿El futuro? ¿O el pasado?

Las obras de Caspar David Friedrich cambiaron el panorama de la pintura paisajística gracias a su intenso y emotivo enfoque en la naturaleza.